No me encuentro estresado, ni preocupado, no me encuentro feliz, ni un poco triste.
Me siento como si el mundo lleno de humanos se hubiera vuelto una vez más gris.
No pienso, ni escucho, aveces me pregunto que hago pensando en posturas que ya cambiaron por otra.
Aún sigo pintando con crayones mi pequeño mundo gris.
Y aún sigo rogando porque mi canción gris deje de tocar mi mundo más profundo y ruego para que no deslicen gotas en lo áspero de mi centro gris.
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